Cinco litros de leche ya equivalen a lo que cuesta un café en la comarca.
El precio de la leche sigue desplomándose. Los que aseguraban que la crisis había tocando fondo, que las cosas no podían ir a peor, han vuelto a equivocarse. La renovación de los contratos lácteos que estos días están llevando a cabo granjeros e industrias ha traído consigo una nueva bajada de las cotizaciones de la leche y echado por tierra las esperanzas de muchas explotaciones que la situación pudiese, cuando menos, estabilizarse.
Imposible subsistir
¿Puede un ganadero subsistir cobrando 19 céntimos por litro de leche? Parece evidente que no, y así lo reconoció recientemente la propia conselleira do Medio Rural que señaló la necesidad de que empiecen a funcionar de forma urgente muchas de las medidas normativas que se han puesto en marcha en los últimos meses. La merma de ingresos está provocando un aumento de los impagados por parte de las granjas, que afecta a talleres, comerciales agrícolas y veterinarias y empresas de maquinaria.
No hay comprador
Por si no fuese suficiente con los bajos precios, los ganaderos se encontrarán con otro problema: la imposibilidad de vender a un precio competitivo la totalidad del producto. Al parecer hay un excedente importante de leche en el mercado -desde el sector se niega este extremo- que ha llevado a las lácteas a imponer un tope de producción a cada ganadero. A las cantidades que se produzcan por encima de ese límite se le aplicarán descuentos de hasta 12 céntimos por litro: si una granja cobraba la leche a 28 céntimos (precio medio en Galicia), pasaría a cobrar lo que exceda su cupo a solo 16 céntimos.